El cómo importa, en una historia o simplemente en una ficción
narrada, las emociones estáticas en las letras pueden captar al lector, y
justamente sobre este poder es que los libros contienden por un poco de la atención
entre tantas otras actividades, grabamos una buena escena en nuestra mente si
ésta tiene todos los ingredientes, a mi modo de ver, lo más importante es que
las historias estén concretadas en un mundo creíble, sin que eso implique
alejado de lo fantasioso, pues aun en las grandes imaginaciones debe de existir
un punto donde parezca real lo que se está leyendo. Sobre esta ranura ficcional,
el libro de Donald Ray Pollock, El diablo
a todas horas arranca vertiginoso, nos dispone a conocer esa pobreza, no
solo monetaria sino emotiva, mental, perfectamente asquerosa y
mundanalmente podrida. Las primeras páginas
realmente te atrapan, empiezas a creer que estás leyendo a un escritor capaz de
adoptar lo mejor de Bukowski combinándolo con algo de Jim Thompson, aderezado
con un atmosfera linajuda.
Lo malo es que conforme avanza la historia poco a poco va
decayendo, haciéndose aburrida. Es una pena, pues realmente en las primeras
páginas parece un librazo, pero no lo es, de hecho diría que me ha
decepcionado, y esto lo digo porque es muy repetitivo, los personajes que más
me habían entusiasmado, unos mueren al principio y otros dejan de tener peso en
la historia
Como he dicho, el libro se queda corto, no narra el ambiente
precario que aparece al principio, hay asesinatos, una pareja que gusta de tomarse
fotos matando a los hippies que encuentra en la carretera, un padre que
enloquece cuando muere su esposa de cáncer (lo mejor de la historia, bastante lúgubre
la escena) y un tipo de ineptitud ciudadana representativa de una zona
norteamericana donde domina el fervor religioso. Pero con frecuencia te quedas
esperando algo más, hay un enigma que se resuelve hasta el final, pero en ese momento
ya poco o nada interesa. Se tocan temáticas homosexuales, y también hay un circo
de fenómenos humanos, una mujer pájaro que copula con un predicador fracasado,
un payaso que íntima con un cabronazo en sillas de ruedas, estaban todos los
elementos para hacer algo más sórdido. Finalmente parece que este autor es
mejor en las historias cortas, creo que le queda grande formar una historia
solida.
Historia: 7 Estilo literario: 8
Te gustará |
|
Destacar |
|
Contras |
|
Comentarios
Publicar un comentario