Didáctica critica y comunicación- Paz Gimeno Lorente



Resulta lamentable comprobar en la vida que el pensamiento neoliberal está en todas partes,  se hace presente en las reformas estructurales, de éstas las que más pesan para los ciudadanos son las laborales y aunque no las noten también las educativas.
Todos escuchamos en los programas de radio, televisión e incluso lo leemos en la prensa escrita, esa mentada conjugación que parece englobar un sin fin de mejoras o necesidades importantes, me refiero  a la calidad en la educación, me parece un termino aberrante, no comulgo con esa concepción desde el momento en que la educación no la considero un producto igual que deba tener propiedades inherentes a una idea univoca de objetivos y resultados en aprovechamiento de la necesidad de individuos productivos en lo laboral.
El termino calidad lo condiciona una cosmovisión  según nos dice Paz Gimeno,  atribuida por  intereses particulares de quienes lo usan, estos estándares valorativos son expuestos infinidad de veces por los medios de comunicación, no hace falta decirlo, pero cualquier que prenda la televisión y mire un noticiero nacional, encontrará cuando menos una noticia referente a la necesidad de mejorar la calidad educativa. 
Una teoría democrática de la educación reconoce la relevancia de otorgar poder a los ciudadanos, pero es una burda jugarreta de los políticos llenarles la cabeza de absurdos para que todos acepten la insuficiencia epistemológica, formativa,  ideológica, practica y moral de una reforma encaminada únicamente a privar de los derechos laborales a los docentes, si de por si ya el trabajo en el aula es una labor mal remunerada, la demonización y el tachar a los profesores de culpables de los malos resultados no ayuda en nada.
No existe nada más falso que el supuesto interés por alcanzar acuerdos motivados a lograr eso que llaman calidad educativa, las competencias son una maraña de propuestas cognitivas ajenas a una solida justificación epistemológica, Soy consciente  la realidad requiere de eficiencia,  y la educación en su carácter publico debe lograr dotar a los alumnos de una serie de conocimientos prácticos ineludibles para conseguir un buen trabajo, antes de intentar debatir de la pertinencia de contenidos, se debe interpretar la utilidad de los mismos, en eso  no puedo diferir, el problema es que ni siquiera eso conlleva la tan nombrada reforma educativa impuesta apenas unos días por el Estado mexicano, claro, esto no es un fenómeno endémico de este país  ni siquiera del continente, todo está orquestado por organizaciones con ambiciones económicas muy claras, tampoco es ser reaccionario por puro gusto o facha, hay en juego un mundo de la vida en cada ciudadano.   
Los planes académicos, y curriculares no atienden las necesidades de las personas con estas características. Por ello teóricos como Freire , Apple  y Rawls han visto la necesidad de lograr una educación y un Estado benefactor mucho más preocupado por atender estas problemáticas.
Los radicales contemporáneos, creen que la clase, genero y raza son los terrenos a través de los cuales operan las dinámicas de opresión.
Los radicales argumentan que las distintas formas de dominación económica, sexista y racial disminuyen y limitan significativamente las oportunidades de vida de ciertos colectivos. Las oportunidades que las personas de color, los pobres y las mujeres tienen para llevar una vida rica y satisfactoria son notablemente inferiores.
La perspectiva radical centra su discurso en considerar que las dinámicas de raza, genero  y clase son elementos estructurales de nuestra sociedad, argumentan que en las escuelas se infligen daños a través de los currículos y que estos daños son moralmente inaceptables.
Por lo mismo, la acción comunicativa  promueve una visión totalmente emancipadora y contraria a las competencias, los objetivos, propósitos de la nueva derecha para la educación, ya que éstos son  en detrimento de la formación de individuos capaces de manifestar ideas contrarias a las hegemónicas.
Paz Gimeno nos explica cómo ir concretando una alternativa en el ámbito educativo encaminada a formar en los alumnos una visión critica del mundo. 
Lo que les puedo decir de este libro, es que en los primeros capítulos se enfoca mucho en el contexto escolar y las normativas administrativas, tal vez para mi en lo personal no era el motivo por el cual me acerque al libro, sin embargo resulta útil para entender cuáles son las bases de un modelo educativo con estas características. Usa muy pocas referencias a los teóricos, y no esquematiza las propuestas, parece un trabajo de investigación mediano, con poca innovación,  la estructura del libro es de únicamente tres capítulos  y más enfocada a describir la problemática de la praxis educativa con referencias a la administración que en describir la fundamentación epistemológica de la Teoría critica,  eso le baja muchos puntos a la utilidad del libro, y lo delimita a un campo de acción docente y no a uno de nivel filosófico  cultural y curricular que a mi me interesa.

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